viernes, diciembre 25, 2009

Gemínidas 2009

La salida para observar la lluvia de las Gemínidas comenzaría, este año, en el punto de encuentro por excelencia, el Planetario, a eso de las tres y media del sábado doce de diciembre de 2009. Tras una pequeña organización, partimos hacia Madridejos. Mochilas a la espalda, llegaríamos con una hora de retraso respecto a lo previsto. Sin embargo, no supondría un gran inconveniente para el par de individuos que se armaron de valor y montaron las tiendas en medio de la oscuridad, mientras el resto del grupo compraba provisiones energéticas en el pueblo teniendo en cuenta la fría noche que aguardaba.
Los primeros curiosos comenzaron a mirar el firmamento. La noche era aún joven y ardían deseos de empezar la observación. Algunos incluso se aventuraron a sacar el láser apuntador y señalaron varias constelaciones. La más demandada era, obviamente, Gémini, pero no sería la única. Fue difícil retenerlos hasta la hora prevista, las diez, pero no les quedó más remedio que esperar, pues había que coger fuerzas durante la cena.

Armados ya con todo tipo de recursos contra el frío y la humedad - mantas, ropa, chocolate y plantillas térmicas -, llegó la hora de la verdad. Grabadoras en mano, se hicieron varios grupos que se dedicarían a contar las Gemínidas. No era suficiente con hacer patente el hecho de su presencia, sino que había que especificar su magnitud, su proximidad al radiante y su dirección. En ocasiones, incluso convenía especificar si realmente era una Gemínida, pues también fuimos capaces de discernir aquellos trazos que, por no proceder del radiante, no eran parte de la lluvia que intentábamos estudiar. Para mayor profesionalidad, incluimos en nuestro estudio el cálculo de la M.A.L.E. cada treinta minutos. Las zonas con más éxito para tal efecto serían la del Auriga, la del cuadrado de Pegaso y la de Tauro.

Asimismo, se intentó realizar algo de astrofotografía, y pudimos llevar a cabo la técnica de la doble estación empleando una cámara que apuntaba al mismo volumen atmosférico que nosotros observábamos, desde el Observatorio UCM (http://www.ucm.es/info/Astrof/obs_ucm/obs_ucm.html), de la facultad de Físicas. Varios fueron los bólidos observados mediante este proceso, y se enviaron los registros visuales a la IMO para su posterior análisis (http://www.imo.net/live/geminids2009/). Pese a ser la noche previa a la del máximo, la actividad fue alta, THZ ~80, tasas similares a las del culmen de las Perseidas.


Bólido observado desde Madridejos y grabado en vídeo desde Majadahonda por Alejandro Sánchez.



La duración total de la actividad sería de unas cuatro horas, aproximadamente, pues a eso de las dos, una nube - que llevaba amenazando la lluvia bastante tiempo - decidió posarse sobre nuestro campo de visión definitivamente. Aun así, nos fuimos más que satisfechos a dormir, y no faltaron las expresiones de asombro y júbilo por el esplendor de la naturaleza celeste, que provocó más de un ¡¡¡Hala!!! ¿Has visto eso? ¡¿Lo has visto?!".

A la mañana siguiente, nos levantamos con las ganas y el entusiasmo - unos más rápido que otros - de ir a buscar meteoritos. Desafortunadamente, la humedad y el frío se habían asociado con la nube la noche anterior para impedirnos tal expedición, así que nos conformamos con desmontar las tiendas de los más perezosos sin avisarles de que aún estaban dentro de ellas, desayunamos en familia y volvimos a Madrid dispuestos a estudiar todos los datos recogidos para contribuir a la ciencia.